Vestidores

Los armarios son uno de los elementos más pragmáticos dentro de un hogar. En otros tiempo eran simples espacios de almacenaje donde se buscaba primar la funcionalidad. Sin embargo, hoy en día son un elemento más de decoración.

Integrados en el dormitorio, tipo closet, abiertos, con altillo, en zona de paso…

Separado por una puerta corredera del dormitorio, es un recurso muy práctico para integrar el vestidor en la habitación y, a la vez, que disfrute de total independencia.

 

 

 

En la buhardilla. La decoradora Elena Jiménez aprovechó la estancia contigua al dormitorio, en la buhardilla, para crear un vestidor. Así, reunió los armarios de colgar en la zona de mayor altura y reservó la más baja para los cajones y los módulos bajos, que se entelaron con lino. Son un diseño de la decoradora realizado en madera lacada.

 

 

Low cost. Querer es poder: si suspiras por un vestidor pero no vas sobrado de espacio, inspírate en esta idea. Sólo necesitas tres cajoneras colocadas en línea, una balda y un par de barras para colgar las prendas. ¡Et voilà!. Todo es de Ikea.

 

 

 

 

 

Juntos pero no revueltos. Aunque el vestidor se integra en el dormitorio, disfruta de cierta autonomía gracias a la librería baja, a un murete o a una pared de cristal.

 

 

 

 

No es muy grande, pero está optimizado al máximo con una distribución en “L” . Además sus estantes llegan hasta el techo. Accesorios, como pantaloneros o barras de colgar para los cinturones, y cajas y bandejas, ayudan a preservan el orden y a que cada cosa esté en su sitio.

 

 

Pared de armarios, integrados en el dormitorio y dando una nota de color.

 

 

Abiertos. Frontales, en zona de paso o junto al dormitorio.

 

 

 

 

Fuente: El Mueble.